Tus Próximos Pasos

1. ¡Mete tus tarjetas de crédito en el congelador AHORA MISMO!

¿Tienes idea de la tasa de interés que tu banco te está cobrando? ¡Ve y verifica ahora mismo! Sea cual sea, te va a mantener financieramente en mala forma. Sé lo que estás pensando: “Pero mi pago mínimo no afecta mi estilo de vida”. Amigo mío, eres víctima de la mentalidad de gratificación instantánea que te está impidiendo avanzar en tu camino hacia la estabilidad financiera. Hazte un favor: encuentra un vaso de plástico, llénalo de agua, luego coloca tus tarjetas de crédito (no las de débito) dentro y pon el vaso en el congelador hasta que tu cuenta esté saldada. Luego córtalas, llama al banco y cierra las cuentas. ¿Pero qué pasa si tengo una emergencia? Sigue leyendo (principio #2).

2. ESTE MES disciplínate para no gastar todos tus ingresos.

Si quieres perder peso, debes quemar más calorías de las que consumes. Del mismo modo, si quieres alcanzar estabilidad financiera, debes disciplinarte para gastar menos de lo que ganas. Para la mayoría de las personas, esto requerirá vivir con un presupuesto. John Maxwell dice que un presupuesto es decirle a tu dinero a dónde ir en lugar de preguntarte a dónde ha ido. El autor George Clason, en su clásico El hombre más rico de Babilonia, escribe: “Este, entonces, es el segundo remedio para una bolsa flaca: Presupuesta tus gastos para que puedas tener efectivo para pagar tus necesidades, para costear tus placeres y para satisfacer tus deseos valiosos sin gastar más de nueve décimas partes de tus ingresos”. ¿Y qué hacemos con la décima parte que no gastamos? ¡AHORRAR!Para empezar, ahorra 1.000€ en una cuenta separada (cuenta hucha) como Fondo de Emergencia. Esto creará un pequeño colchón entre tú y la Ley de Murphy, convirtiéndose en tu mejor defensa contra la necesidad de recurrir a tarjetas de crédito para llegar a fin de mes.

3. Cambia tu mentalidad de "Solución Rápida" a "Lento pero Seguro se Gana la Carrera".

¿Conoces la fábula de la Tortuga y la Liebre de Esopo? Había una vez una liebre muy veloz y arrogante que se burlaba de una tortuga por ser lenta. La tortuga, cansada de las burlas, la desafió a una carrera. La liebre, confiada en su velocidad, aceptó y, al comenzar la carrera, rápidamente dejó atrás a la tortuga. Segura de que ganaría con facilidad, decidió descansar y se quedó dormida. Mientras tanto, la tortuga avanzó lentamente, pero sin detenerse. Cuando la liebre despertó, vio con sorpresa que la tortuga estaba a punto de cruzar la meta. Corrió lo más rápido que pudo, pero ya era demasiado tarde: la tortuga ganó la carrera. La moraleja de esta fábula nos sirve en el área de las finanzas: lento y seguro se gana la carrera. Si el punto de partida de tu camino hacia la paz financiera es un patrimonio neto negativo, a la que salgas de los números rojos, descorcha una botella de cava y celébralo. Haz lo mismo para celebrar el día en que tu fondo de emergencia alcance los 1.000€, etc. Pero no subestimes el progreso lento ¡porque lento y seguro se gana la carrera!

4. Hoy comienza a cultivar la gratificación demorada, pero no demores la generosidad.

El gurú financiero Dave Ramsey señala acertadamente que solo hay tres cosas que podemos hacer con el dinero: disfrutarlo, invertirlo y donarlo. Pero te aseguro que lo más gratificante para el alma es dar dinero para mejorar vidas ajenas. Proverbios 11:24 dice: “Unos dan a manos llenas y reciben más de lo que dan; otros retienen indebidamente sus bienes y acaban en la miseria”. Este último principio es increíblemente importante porque el camino hacia la paz financiera no es sin esfuerzo. Hebreos 12:11 lo expresa de esta manera: “Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien dolorosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella”. Sin embargo, uno de los principales factores motivadores para hacer un presupuesto y aprender a controlar nuestros gastos es posicionarnos poco a poco para llevar vidas de generosidad extraordinaria.